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Cómo prepararte para una ecografía abdominal

¿Qué es una ecografía abdominal?

Una ecografía abdominal es una técnica de ultrasonido practicada sobre la zona abdominal del paciente –quien puede ser hombre o mujer, indistintamente– y cuya finalidad es la visualización y examen de las estructuras internas del abdomen.

 

El objetivo de este examen es tanto descartar como detectar la presencia de enfermedades o dolencias, siendo una de las más significativas el aneurisma de la aorta abdominal.

 

La aorta abdominal es uno de los vasos sanguíneos más importantes del cuerpo, ya que provee de riego sanguíneo a todas sus regiones. Cuando sufre un aneurisma, se crea un ensanche en una zona concreta de la aorta, que queda debilitada.

 

Entre los pacientes de más riesgo de sufrir un aneurisma de la aorta abdominal se encuentran los hombres fumadores o exfumadores de entre 65 y 75 años. Para ellos, es muy recomendable someterse a una ecografía abdominal durante este periodo, aunque las mujeres también pueden sufrirlo. 

 

Por lo contrario, los médicos no recomiendan la ecografía abdominal a aquellos quienes nunca han consumido tabaco. Sin embargo, este tipo de aneurisma puede transmitirse genéticamente, algo que abre la puerta a padecerlo en el caso de que un familiar lo haya hecho previamente. En estos casos, el médico puede detectar el riesgo y solicitar una ecografía abdominal a un paciente que nunca ha fumado.

 

Razones por las que se realiza

La principal razón por la que se realiza una ecografía abdominal es porque el médico considera que hay indicios o riesgo de sufrir un aneurisma de la aorta abdominal. Este riesgo puede darse por dos causas:

  • Que el paciente se encuentra en la denominada franja vulnerable: hombres fumadores o exfumadores mayores de 65 y menores de 75 años que hayan consumido, al menos, 100 cigarrillos a lo largo de su vida.
  • Hombres y mujeres con antecedentes familiares de aneurismas de la aorta abdominal.

 

En todo caso, el médico puede recomendar una ecografía abdominal al observar un problema en los vasos sanguíneos del abdomen, en la vesícula biliar, los intestinos, los riñones, el hígado, el páncreas o el bazo.

 

A partir de todo ello, la ecografía en cuestión es capaz de diagnosticar o descartar no solo el aneurisma de la aorta abdominal, sino también otras dolencias como el dolor o la distensión abdominal, cálculos renales, enfermedades hepáticas, tumores, etc.

 

Los exámenes del abdomen como sesión rutinaria no causan ningún daño a los hombres, más bien lo contrario. Sin embargo, este las ecografías abdominales rutinarias no se aconsejan en las mujeres.

 

Cómo prepararse para una ecografía abdominal

Una de las mayores ventajas de la ecografía abdominal es que se trata de una técnica totalmente segura e inofensiva. Solamente utiliza ondas de sonido de baja potencia que no genera riesgo de daño alguno en ninguna zona del paciente.

 

De hecho, el procedimiento es tan suave que no requiere de cuidados ni preparaciones para los pacientes que no tienen condiciones especiales.

 

De hecho, se insta a los pacientes que, si están tomando alguna medicación en los días previos, no dejen de hacerlo, ya que el impacto de la prueba es inexistente. En general, todos los pacientes tendrán que acudir a la prueba en ayunas desde 8 o 12 horas antes, evitando también ingerir líquidos. Los alimentos sólidos y líquidos –en el estómago–, así como la orina –en la vejiga–, pueden obstaculizar la visión del profesional y ocultar ciertas partes del abdomen.

 

Si el paciente es diabético, deberá consultar con su doctor acerca de cualquier variación en su medicación o su dieta. Si es el caso, beber agua durante el ayuno para seguir tomando los medicamentos no debería ser un problema, aunque lo mejor es consultarlo con el médico.

 

Si te has sometido a otras exploraciones antes, como pueden ser otros tipos de ecografías o radiografías, se te sugerirá llevar los resultados a la prueba.

 

Sea como sea, inmediatamente después de la ecografía, el paciente podrá seguir desarrollando su vida con normalidad.

 

¿En qué consiste el procedimiento?

Una vez llegado el paciente al hospital e inmediatamente antes de empezar el procedimiento de la ecografía, recibirá una bata hospitalaria que vestirá durante la prueba. Si lleva joyas, tendrá que desprenderse de ellas.

 

Una vez todo dispuesto, el paciente se acostará boca arriba en una camilla. El ecografista, el profesional especializado en este tipo de pruebas, aplicará gel directamente sobre el abdomen del paciente. Este gel se halla a una temperatura tibia, por lo que no provocará sensación de frío ni calor excesivos en la piel. 

 

Mediante el transductor, dispositivo que genera las imágenes internas del abdomen, el ecografista presionará levemente la zona abdominal impregnada de gel, y con movimientos lentos se desplazará a lo largo de la zona a examen. El transductor enviará señales que el monitor convertirá en imágenes del torrente sanguíneo a través de las estructuras del abdomen.

 

En cuestión de treinta minutos, la ecografía puede haber concluido. Como se ha mencionado, la prueba no genera ningún tipo de dolor, a no ser que el paciente acarreara previamente una molestia o sensibilidad en alguna de las zonas presionadas durante el examen.

 

Una vez completada la ecografía, solo quedará retirar el gel del abdomen y abandonar el centro para seguir con la rutina.

 

Resultados de la ecografía abdominal

Cuando los resultados de la ecografía abdominal estén disponibles, el paciente acudirá a la clínica para que el médico los exponga

 

Si en la prueba se ha detectado un aneurisma de aorta abdominal o cualquier otra dolencia, la conversación con el médico irá orientada a los próximos pasos: se decidirá un plan de tratamiento, se discutirá si someterse a otras pruebas de detección y cuáles, se harán controles posteriores más frecuentes si todavía no se desea actuar o incluso se contemplará la posibilidad de realizar una intervención quirúrgica adicional.

 

Si no se ha detectado ningún problema, lo más probable es que no se recomiende la práctica de más pruebas y que el paciente pueda continuar con su vida como siempre.

 

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