La triple screening es una prueba de detección no invasiva que se lleva a cabo durante el primer trimestre de embarazo y sirve para detectar posibles alteraciones cromosómicas en el feto. Se trata de un análisis de sangre de la madre, de la cual se extrae una pequeña muestra, y de ahí que se considere no invasiva, ya que no comporta ningún riesgo de daños en la madre ni en el feto.
La triple screening, también llamada cribado combinado, ofrece datos estadísticos y mide el índice de riesgo de que el feto sufra anomalías genéticas, que desembocarían en malformaciones. Las más comunes son el síndrome de Down –provocado por la trisomía 21–, el síndrome de Edwards –causado por la trisomía 18– o el síndrome de Patau –originado por la trisomía 13.
Estos son los factores que mide la triple screening:
Los valores de estos parámetros son lo que determinará si el feto corre un alto riesgo de contener defectos en su composición genética o si, por lo contrario, nacerá sano. Solo entre la décima semana más tres días y la duodécima semana más tres días de embarazo, estos tres parámetros pueden analizarse de forma conjunta, por eso la prueba del triple screening siempre se realiza en este periodo de gestación.
Estos tres parámetros se unirán a los de la edad de la madre –a partir de los 35 años, el riesgo de alteraciones en el feto se multiplica–, la raza, su peso y el momento del embarazo para valorar el riesgo de tener un bebé con anomalías cromosómicas.
Al tratarse de una prueba de detección, la triple screening no ofrece resultados definitivos –puede haber falsos positivos–, por lo que se recomienda la realización de una prueba diagnóstica, como la amniocentesis, que descarte o confirme los resultados de la triple screening.
La ovodonación es un tratamiento de reproducción asistida cuyo objetivo es ayudar a las mujeres incapaces de gestar un embrión por su cuenta. Se lleva a cabo a través de una fecundación in vitro con los óvulos de una donante siendo fecundados por los espermatozoides de la pareja receptora. En el caso de madres solteras, el esperma también procede de un donante.
La ovodonación es una gran solución para las mujeres incapaces de quedarse embarazadas por sí mismas, pero recurrir a ella también significa renunciar a la herencia genética. Naturalmente, el feto conservará la parte genética masculina, mientras que el resto de su ADN será de origen anónimo.
La triple screening funciona de la misma manera en ovodonación que en los casos de embarazo por concepción natural: la forma en que se hace, la edad gestacional, el procedimiento, el tiempo que tardan los resultados, etc. Solamente hay un factor que se debe tener en cuenta a la hora tanto de recibir los óvulos donados como de someterse a la triple screening: la edad de la donante.
Sabemos que la edad de la madre es fundamental para evaluar el riesgo de anomalías genéticas en el feto. En los casos de ovodonación, la edad que se tendrá en cuenta en la valoración de todos los parámetros –raza, peso, edad, etc.– es la de la mujer anónima que ha donado los óvulos, ya que éstos, naturalmente, tendrán las características propias de su edad, independientemente de la edad de la mujer gestante.
Juno Genetics es uno de los laboratorios más importantes del mundo en el desarrollo del diagnóstico de la fecundación in vitro (FIV), las pruebas genéticas de preimplantación, la investigación y la formación.